Hoy se cumplen 19 AÑOS que nuestro compañero ÁLVARO SEBASTIÁN RAMÍREZ fue detenido - desaparecido por su presunta participación en el ataque a las instalaciones de
corporaciones policíacas y militares el 29 de agosto de 1996, ubicadas en el Municipio de Santa María Huatulco.
El 15 de diciembre de 1997, un Grupo Especial de la entonces Policía Judicial del Estado al mando del Comandante José Trinidad Rodríguez Ballesteros como Director de la
misma; y del Lic. Pedro Roberto Martínez Ortíz como Procurador General de Justicia del Estado, con armas de alto poder apuntando a su cabeza, obligaron a Álvaro a descender
de su automóvil y con golpes y amenazas fue obligado a subir a otro vehículo en el que lo tuvieron inclinado y con la cabeza cubierta con una chamarra.
Fue llevado a una casa de seguridad, atado de pies y manos y con los ojos vendados todo el tiempo, lo obligaron a tomar tabletas disueltas en agua que le provocaban
alucinaciones. Recibió descargas eléctricas en varias partes del cuerpo, principalmente en los testículos; además de golpes en los oídos, culatazos, patadas, puñetazos en
el estómago, pulmones, cara, brazos y piernas; le aplicaron en repetidas ocasiones agua mineral con chile en la nariz que lo hacían perder el sentido cada vez que recibía
una “dosis”.
Once días de padecer tortura en condición de desaparición forzada, el 26 de diciembre de 1997, .fue presentado ante la Procuraduría de Justicia del Estado para
posteriormente ser trasladado al Reclusorio Regional de la villa de Etla, Oax.
Es evidente que la detención de nuestro compañero fue arbitraria, lo detuvieron sin mostrarle ninguna orden de aprehensión, fue objeto de tortura física y sicológica, los
testimonios que sirvieron de base al gobierno mexicano para sostener las acusaciones y la condena que se le impuso, fueron obtenidos también por medio de la tortura.
Jurídicamente se ha demostrado que fue detenido, acusado, juzgado y sentenciado por una acción que no es ni era delito cuando se cometió, pasando por alto que ninguna
conducta que no es delictiva puede juzgarse como un delito.